Fue
fundada en el siglo XVI por Beatriz de Silva(hija de los Condes de
Portoalegre y dama de Isabel la Católica) y por el obispo Álvarez
de Vozmediano con el apoyo económico de la familia Viedma,Sotomayor
y más tarde los Pérez de Barradas.
Se
situa este convento de religiosas concepcionistas franciscanas de
clausura en la calle de la Concepción y que fuera antiguamente zoco
árabe, ya que por él se accedía, principalmente a la alcazaba árabe.
Actualmente está rodeado de viejas casas nobiliarias pues fue el lugar
elegido rincipalmente por los hidalgos castellanos asentados en la
ciudad tras la entrada de los Reyes Católicos. El convento el siglo XVI
debe su fundación a Ruy Pérez de Sotomayor; las tarde sufrió un incendio
(1667), siendo reconstruido posteriormente, la iglesia del convento
data del siglo XVII y es de una sola nave cubierta con una bóveda de
cañón con lunetos. En su interior destacan la imagen de la Virgen de los
Dolores cuyo rostro perteneció a la primitiva escultura de la V. de las
Angustias, destruida en la guerra civil (1936) obra de Torcuato Ruiz
del Peral.
Durante la época musulmana, ésta que sería después calle da la Concepción, era la llamada Alacaba o Cuesta de la Caba, la vía principal de la ciudad que desde la misma puerta de la mezquita Mayor se llegaba hasta la alcazaba.
Pero, antes aún, en la época hispano romana, esta calle era el cardo máximus de la colonia J.G. Acci, lo que quiere decir que fue un sector fundamental para la organización urbana de los romanos que, por decisión de Julio César, se instalaron en este punto y se repartieron estas tierras. Más concretamente, en lo que sería solar de este convento e iglesia, se instalaban unos baños romanos, cuyos vestigios aún se perciben hoy. Estos baños, junto con los que había donde después se instaló el convento de clarisas, de Santiago, eran los principales de la ciudad, de carácter público.
Durante la época musulmana, ésta que sería después calle da la Concepción, era la llamada Alacaba o Cuesta de la Caba, la vía principal de la ciudad que desde la misma puerta de la mezquita Mayor se llegaba hasta la alcazaba.
Pero, antes aún, en la época hispano romana, esta calle era el cardo máximus de la colonia J.G. Acci, lo que quiere decir que fue un sector fundamental para la organización urbana de los romanos que, por decisión de Julio César, se instalaron en este punto y se repartieron estas tierras. Más concretamente, en lo que sería solar de este convento e iglesia, se instalaban unos baños romanos, cuyos vestigios aún se perciben hoy. Estos baños, junto con los que había donde después se instaló el convento de clarisas, de Santiago, eran los principales de la ciudad, de carácter público.
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